La Base Chocó fue diseñada por Joep Van Lieshout como espacio de reflexión para los artistas invitados a reflexionar sobre temas sociales y del Medio Ambiente en la selva tropical.  La construcción de la Base Chocó estuvo a cargo de Fernando Malagón bajo la dirección de Fernando Arias y fue posible gracias al apoyo de Arts Collaboratory y las Fundaciones Moondrian, Hivos y Doen.

Un arca que emerge de la selva

Apartes de una conversación entre Joep van Lieshout y Max Bruinsma.
Ámsterdam, diciembre 13 de 2012.

Se ve exactamente como mi dibujo, tal y como me la imaginaba. Realmente espero que el piso se sienta estable. El hecho de que se incline hacia el centro de la casa, y luego se estabilice de nuevo, está determinado por la forma del árbol. De eso no hay duda. Conceptualmente, eso me agrada: que el diseño, la arquitectura, estén condicionados por factores externos como la forma del tronco del árbol en este caso. Eso supone que la ubicación de la casa ha sido predeterminada. No se puede mover o cambiar su orientación. El tronco del árbol determina la esencia del diseño preliminar; y eso es lo bueno —lo divertido, por así decirlo—de esta casa: que sus parámetros básicos, su longitud, anchura y orientación son en su totalidad una función del tronco del árbol, que ha permanecido en ese lugar por más de sesenta años. El abuelo de uno de los vecinos necesitaba un poco de madera para construir un par de canoas y dejó el resto del tronco en el mismo lugar donde cayó el árbol…

Vine a este lugar sin un plan, sólo con unas vagas ideas. Una de las que se me ocurrió tan pronto vi el lugar, al borde de la selva, fue construir algo que contrastara completamente con este entorno, un moderno cubo blanco de hierro. Pero también tuve otras ideas. En los Países Bajos habría estado inclinado a hacer una casa arquetípica con el estilo de una granja con un techo de persia- na y un anexo. Pero en el Chocó no se me ocurría nada, así que cuando divisé ese tronco gigante al fondo del jardín, inmediatamente se me ocurrió que se podía construir una casa sobre él. Al día siguiente me dije: hagamos un modelo. Quería elaborar los contornos de la casa, así como me los había imaginado, en un modelo tamaño natural con varas de guadua, para ver si funcionaba. No es fácil determinar la geometría de un tronco viejo tan torcido. Así, con la ayuda de los vecinos, elaboramos los contornos de la casa, utilizando guadua proveniente de un bosque cercano, para tasar el balance entre el largo, el ancho y la altura del volumen. Para mí, el balance entre estas dimensiones es fundamental. Después de haber hecho esto, comencé a trazar el boceto a partir del modelo…

Por lo general, mi trabajo es independiente de la ubicación, aunque cuando realizo un proyecto in situ generalmente lo relaciono con aspectos del entorno o de su historia. Sin embargo, aquí en el Chocó la situación impone grandes limitaciones, un cubo de hierro con grandes superficies de vidrio habría sido un proyecto extremadamente difícil de realizar. Pero justo se me presentó la oportunidad de cortar mi propia madera y utilizarla para hacer algo con los métodos, herramientas y artesanos locales. Eso es fantástico, ya que en Europa eso no se puede hacer tan fácilmente. Para no ir más lejos, el solo costo de la mano de obra se cerniría como la espada de Damocles sobre cualquier proyecto que uno quisiera realizar de esta manera. Aquí en el Chocó, esa espada es más bien cualquier cosa que no se pueda conseguir localmente.

La cabaña está hecha casi en su totalidad, con materiales, técnicas y mano de obra local, pero su concepto y su forma son de otro mundo. En esto se reflejan los temas del programa Más Arte Más Acción, al conectar las ideas y la estética urbana de las viviendas y la arquitectura occidental con las tradiciones y las prácticas locales; aunque no de una forma imperialista, que es lo que habría resultado de haber continuado con la idea del cubo blanco.

Sinceramente, me genera curiosidad saber qué piensan los raizales acerca de esta obra. La arquitectura de la cabaña es ligera y abierta, tal y como se construyen generalmente las casas en esa región. Por otro lado, espero que mi diseño también inspire a la gente para que piensen más acerca del uso del espacio y del equilibrio entre el interior y el exterior de la casa. En el modo habitual de construir las casas aquí, la gente utiliza poco el espacio que hay alrededor de la casa y la transición del exterior al interior. Así mismo, se ven pocas terrazas o patios.

Varios de mis diseños, especialmente mis máquinas, son inusuales debido a su alto nivel de improvisación. Si uno quiere máquinas complejas, pero no las consigue en el mercado, tiene que armarse su propia versión. Este tipo de improvisación con los materiales y herramientas que se tienen a la mano determina en gran medida cómo se ve y se siente lo que se crea de esta forma. Por lo tanto, trabajar con las limitaciones que se tienen es un tema importante en mi trabajo. La principal diferencia entre esta casa y otras obras mías, es que no la construí yo solo. Ni siquiera supervisé su construcción. Eso era imposible en este caso. Admiro profundamente a Fernando y a Jonathan por la forma en que lo manejaron. ¡Y el carpintero principal, Fercho, hizo un excelente trabajo! Esto es mucho más difícil que construir una casa, es más como construir un bote, con sus costillas unidas a una “quilla” central. Fercho entendió este punto muy bien, él tiene mucha más habilidad de la que puede emplear en esa región. La cabaña está sólidamente construida, sobre todo, si se compara con otras casas de la localidad. Es tan resistente como un arca. Parece un barco emergiendo de la selva…

Me encantaría regresar algún día. No para quedarme sentado en mi cabaña —aunque puedo imaginar que eso sería interesante—, sino, especialmente, para adentrarme realmente en la selva, estar allí por un par de semanas o meses. Vivir con los embera y acompañarlos cuando van de pesca y de cacería. Quedan tan pocos lugares donde uno puede presenciar un entorno en que su modo de vida casi no ha sido influenciado por Occidente. No es porque vea eso como una utopía, sino porque estoy realmente interesado en un estilo vivencial que sea en gran medida autosuficiente.

La utopía es un estado, no un lugar. Mi utopía personal es el aburrimiento. Para mí, estar aburrido es un estado superior del ser: inalcanzable. No puedo estar aburrido, siempre estoy ocupado, y si no tengo nada qué hacer tomo mi cuaderno de bocetos y empiezo a dibujar. Para mí, la utopía es el lugar más aburrido, donde quiera que esté. La Base Chocó podría ser ese lugar, una utopía. Allí también uno podría fundar una secta…

 

Nosotros
Nosotros
Amigos de Más Arte
Amigos de Más Arte
Newsletter
Newsletter
Contacto
Contacto